EL SECRETO.
¿Es que no sabes que soy un borracho?
Que ando por las calles cuando el mundo está acostado.
¿Qué te creías, te habías equivocado?
No creo que nunca llegue a ser un esclavo.
Qué gran error, a estas alturas.
No voy a ser como esos que salen por la tele.
Si hiciera eso, no podría hacer lo que hago.
Déjame seguir saliendo de excursión de vez en cuando.

Y para eso necesito un poco de soledad.
Hace calor, hay veces que me gusta el calor.
Sólo estando sólo se busca compañía.
¿No sabes que es la hora que marca ese neón?

Oye, es muy tarde. A mí no me lo parece.
El mundo está ya encamado, muy bien, buenas noches.
No hagas mucho ruido, podrías despertarlos.
Están tan callados, sería un escándalo.
Si supieran en qué manos han caído.
Sería imposible que durmieran tan tranquilos.
La única forma de seguir siendo felices.
Es que nuestro secreto no salga a los cuatro vientos.

Y para eso necesito un poco de soledad…

Hay veces que estar sólo es buena cosa.
Es tan difícil continuar andando por el borde.
No sabes de qué lado puedes caer.
Pero estar en el filo también tiene su encanto.

Y para eso necesito un poco de soledad...