DE ENTRE LOS MUERTOS VINE.
De entre los muertos vine, del reino del dolor.
De entre los muertos vine, sólo y vagando.
Cambié la noche, por un rayo de luz.
Cambié los sueños por una nueva realidad.
Entre los muertos quedan los que quieren estar.
Entre los muertos mueren los que no quieren andar.
Cambié el día por luces de neón.
Cambié la vida que se me negó.
Cambié el deseo por noches de vino.
Cambié el miedo, lo bañé en alcohol.
De entre los muertos vine…
Cambié las lágrimas, por cómplices sonrisas.
Cambié las burlas, ya no tenía prisa.
Todo lo conseguí. Nada se interpuso.
Entre el cielo y mi destino.
Entre el fuego ande el camino.
Llegué a la meta, regalo divino.
De entre los muertos vine...
Hay muchas veces que la vida intenta enterrarte por todos los medios. Y muchas veces lo consigue. Pero no es menos cierto, que, algunas personas a las que se les da por muertas, reviven de sus propias cenizas y consiguen hacerse un hueco en la sociedad que un día les rechazó.
