AQUELLA HABITACIÓN.

Fueron tantas las vueltas las que le di necesariamente.
Nadie me obligó a hacerlo, sólo fui yo, mi cuerpo y mi mente.
Desesperadamente fui hacia allí, con miedo, a escondidas.
Pasando de la gente, te fui a buscar y acudí ciego a nuestra cita.

Fui a aquella habitación y en aquel lugar tan inaudito.
Volamos juntos al final del universo.
Cabalgando sin parar no necesito nada más.
Que tu cuerpo, tu dulzura, tu sonrisa, tu ternura
Y tus secretos y mis anhelos.

Después de todo volver a empezar es lo que queremos.
Volvernos a arriesgar, volver a apostar sin sentimientos.

En aquella habitación está todo lo que necesito.
Un espejo en el que veo a dos proscritos.
Que huyen, gozan, desvarían y de costumbres se ríen.
Rompen convicciones y cadenas, tristezas y alegrías.
Navegando…

Navegando hasta el infinito, navegando hasta el infinito.
 
En aquella habitación está todo lo que necesito.
Un espejo en el que veo a dos proscritos.
Que huyen, gozan, desvarían y de costumbres se ríen.
Rompen convicciones y cadenas, tristezas y alegrías.
Navegando hasta el infinito…
Navegando hasta el infinito…